A través de pasillos paralelos y perpendiculares al puerto, las calles de la Barceloneta nos introducen en un universo de edificios humildes, con balcones de ropa tendida y pequeños restaurantes y bares de tapas abajo, con multitud de sonidos y con la constante presencia, sobre todo, del olor del mar. La Barceloneta, antiguo barrio de pescadores y de gente con oficios relacionados con el mar y con la industria metalúrgica, es hoy uno de los más populares y visitados de la ciudad.